Mala alimentación en mujeres puede dañar hasta tres generaciones
Una nueva investigación ha detectado que las mujeres con una mala alimentación, alta en azúcares y grasas, están dañando la salud de sus hijos, nietos e incluso sus bisnietos.
El cuidado de una mujer embarazada es un asunto prioritario para su salud y la de su bebé. Las consultas periódicas con el médico, ejercicios y una correcta alimentación son una constante durante los nueve meses de gestación.
Sin embargo, una publicación en la revista Cell Reports, realizada por la Universidad de Washington, señala que las mujeres con una dieta con alto contenido en grasas y azúcares antes del embarazo pueden dañar la salud no sólo de sus hijos, sino de las siguientes generaciones.
La directora de la investigación Kelle H. Moley, explicó que los resultados indican que “la obesidad de madre puede deteriorar la salud de sus descendientes a lo largo de varias generaciones”.
Este aspecto debe ser un elemento a tomar en cuenta dado que, actualmente los altos índices de sobrepeso u obesidad en el mundo son una tendencia que no disminuirá en los próximos años.
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La investigación concluyó que la obesidad y otros factores asociados con el metabolismo pueden heredarse a través del ADN de las madres. El estudio, se puede catalogar como el primero en demostrar que los problemas metabólicos se pueden transmitir a través de la línea consanguínea femenina hasta la tercera generación.
Aunque las pruebas fueron realizadas en animales de laboratorio, los resultados son concluyentes y aplicables a los seres humanos e incluso con mayores consecuencias.
“Es importante tener en cuenta que los humanos, en los que las dietas de los niños son muy similares a las de sus padres, los efectos del síndrome metabólico maternal podrían incluso mayores que los observado en nuestro modelo animal”, concluyó Moley.