Día Mundial del Paludismo
El Día Mundial del Paludismo, es una ocasión para destacar la necesidad de invertir continuamente en la prevención, control y que dé un compromiso político mantenido.
Este año el tema es “Acabemos con el paludismo para siempre”. Con miras al 25 de abril, la Organización Mundial de la Salud (OMS), está poniendo énfasis en la prevención, una estrategia fundamental para reducir los daños causados por una enfermedad que sigue matando a más de 400 mil personas al año.
Desde el año 2000, la prevención del paludismo ha tenido un importante papel en la reducción del número de casos y de muertes, fundamentalmente a través de la expansión del uso de mosquiteros tratados con insecticidas y del rociado de interiores con estos productos.
En el África Subsahariana, donde se concentra la enfermedad, la proporción estimada de la población que duerme al abrigo de mosquiteros tratados con insecticidas ha aumentado del 30% en 2010 al 53% en 2015. El número de embarazadas que reciben tratamiento profiláctico se ha multiplicado por cinco entre 2010 y 2015, en 20 países africanos.
La ampliación de la prevención está dando resultados. Según las estimaciones más recientes de la OMS, muchos países con transmisión continua de la enfermedad han logrado una reducción significativa de la carga de la enfermedad. A escala mundial, los nuevos casos de paludismo se han reducido en un 21% entre 2010 y 2015. En este mismo periodo de 5 años, las muertes por la enfermedad han disminuido un 29%.
Sin embargo, hay que acelerar mucho el ritmo de los progresos. En la estrategia Técnica mundial de la OMS contra la malaria, se aboga una reducción de los casos y las muertes por paludismo en un 40% en 2020, en comparación con las cifras de 2015. Menos de la mitad (40) de los 91 países con transmisión del paludismo, están en camino de alcanzar estas metas. Los progresos han sido particularmente lentos en los países de bajos ingresos con gran carga de paludismo.
Para acelerar el avance hacia esas metas mundiales, la OMS pide a los países afectados y a sus asociados que intensifiquen las inversiones en la prevención de esta enfermedad. Además, la Organización pide una mayor financiación destinada al desarrollo, evaluación y distribución de nuevos instrumentos.
Las inversiones sólidas en la prevención del paludismo y en nuevos instrumentos harán avanzar a los países en la vía de la eliminación, y contribuirán también a otros Objetivos de Desarrollo Sostenible, como la mejora de la salud materna e infantil.
Con los recursos necesarios y la alianza de todos los asociados, se hará realidad el objetivo común: acabar con el paludismo para siempre.