El mundo del boxeo en primera persona
Un uppercut ha entrado directo a tu mentón. Todo se va a negros, tus piernas quieren rendirse, la gravedad quiere tu cuerpo sobre la lona para no dejarte levantar.
Por un momento vienen a tu mente las palabras de tu entrenador: Pelearás contra el campeón, pero tú eres un bulldozer, entrena duro y te aseguro que no sabrá que lo golpeó.
Recuerdas todo el camino que has tenido que recorrer para conseguir esta pelea por el título: despertar temprano para correr 10 kilómetros todos los días; brincar la cuerda para mejorar la coordinación y complementar el ejercicio aeróbico; cambiar tu comida favorita por una rica en proteínas que te ha recomendado el nutriólogo.
Entrenaste por más de 5 horas de lunes a domingo. Has tenido que limitar el tiempo con tu familia, amigos, eventos sociales. Tu cuerpo resiente la suma de horas de esfuerzo físico, el dolor te indica que pares, que no vale la pena. Sin embargo, el objetivo es claro y preciso: convertirte en campeón.
Seguir cuando crees que no puedes más, es lo que te hace diferente a los demás.
Los gritos del público te regresan al cuadrilátero. Reaccionas y recobras la fuerza en tus extremidades bajas. Ese golpe no logró mandarte al suelo. Es momento para que demuestres de qué estás hecho.
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Tu mirada está sobre el oponente. El referí te pregunta si te encuentras bien. Asientes con la cabeza. Avanzas con la guardia en alto, tus piernas bailan para encontrar un espacio en el cuerpo de tu rival.
Esquivas la lluvia de golpes con la que eres recibido. Le lanzas un jab para medir la distancia de tu siguiente golpe. ¡Lo tienes! Ha quedado aturdido, en ese minúsculo espacio entre los dos cuerpos tu brazo derecho surge en veloz vertical para impactar su mentón.
Es inminente, el campeón ha caído. Sabes que no podrá levantarse, es un tremendo nocaut. Tu equipo entra para celebrar la victoria.
Las historias de vida de cada boxeador en el mundo siempre son ejemplos de vida. Han enfrentado la adversidad por el sueño de una mejor vida. Fundación Carlos Slim, a través del programa Ring Telmex, pensiona a 22 excampeones del mundo mexicanos y beca a 19 boxeadores con la finalidad de que puedan concentrarse en su actividad deportiva, pero al mismo tiempo, se les motiva para que continúen con su preparación académica.
Conoce más sobre este y otros programas a través de la página Fundación Carlos Slim.
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