Fundación Carlos Slim colabora en la recuperación del delta del río Colorado

El Río Colorado nace al pie de las montañas del Estado de Colorado en el oeste de Estados Unidos, extendiéndose unos 2,500 km a través de los estados de Utah, Arizona, Nevada y California, para después llegar a México por las llanuras de Baja California y Sonora, desembocando finalmente en el golfo de California, también conocido como Mar de Cortés.

Pese a que las poblaciones aledañas aprovechaban el río para la pesca y la agricultura de manera sustentable y sin dañar el ecosistema, este tuvo una disminución en su flujo hasta casi secarse durante la década de los 60.

Ante ello, los gobiernos de México y Estados Unidos firmaron en 2012 el Acta 319 del Tratado Internacional de las Aguas, una medida de cooperación internacional entre ambos países para regresarle al Río Colorado el preciado recurso que solía correr por su delta.

Posteriormente, el Sonoran Institute (que trabaja en el Río Colorado desde 1996 junto con otras instituciones y organizaciones), presentó en 2005 un informe ante la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), resultando en una iniciativa de colaboración con organizaciones gubernamentales. Lo anterior llevó a que en 2012, organizaciones, asociaciones y comunidades de ambos lados de la frontera unieran esfuerzos para restaurar el delta del Río Colorado, cuya desembocadura es actualmente protegida por el gobierno mexicano.

Estas acciones fueron el punto de partida para que, en 2014, la Alianza WWF-Fundación Carlos Slim apoyara el proyecto del Sonoran Institute, con lo que se generó información científica clave para mejorar el flujo de agua. Asimismo, la colaboración permitió establecer varios indicadores, entre ellos:

  • El volumen de agua que llega al estuario,
  • El número de días al año en los que existe conexión entre el río,
  • El porcentaje de cambio en la diversidad y abundancia de zooplancton en la parte alta del estuario,
  • La presencia de especies marinas indicadoras de condiciones salobres
  • El porcentaje de incremento en la extensión del hábitat estuarino.

Al día de hoy, tales indicadores siguen utilizándose y midiéndose para determinar los cambios que se generan en el hábitat.

A esto se suma que, mediante la Alianza WWF- Fundación Carlos Slim, lograron establecerse diversos puntos de monitoreo ecológico e hidrológico, varios de los cuales se incorporaron en el plan de monitoreo del flujo de agua del río. Cabe mencionar que en febrero de 2021, comenzó el monitoreo a través de imágenes de satélite previo al envío del agua, lo que facilitará el registro de los cambios en el corto y mediano plazo, así como los impactos que el agua tendrá en los últimos 50 km del río Colorado y el estuario.

El delta del río Colorado es un humedal reconocido internacionalmente, fungiendo como una escala clave para las aves migratorias que transitan la ruta migratoria del Pacífico. Cientos de miles de aves pasan el invierno en el Delta y más de 380 especies de ellas dependen de los humedales del Delta, que alimenta el Golfo de California, uno de los ecosistemas marinos más productivos del mundo.

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Con información de CONACYT.