El animal más longevo tiene 400 años
El siglo XVIII, fue una época en la que el mundo se transformaba por completo, en el marco de aquellos cien años nacieron personajes tan célebres como: Johann Sebastian Bach, Mozart, Immanuel Kant, Isaac Newton, Johann Wolfgang von Goethe, Benjamin Franklin, entre otros, que literalmente son los pilares de la sociedad moderna.
Su legado ha sido para beneplácito de la humanidad, no obstante, en esos años también existían otros seres vivos, que aún están ‘vivitos y coleando’ en pleno siglo XXI.
Se trata del Tiburón de Groenlandia (tiburón boreal), que de acuerdo a un estudio publicado recientemente se ha constatado que viven al menos tres siglos.
El biólogo marino Julios Nielsen, encargado de esta investigación ha señalado: “Tal vez el mayor de todos los misterios era saber cuánto tiempo estos tiburones viven realmente. Se esperaba que podrían llegar a ser muy viejos, basado en observaciones de su muy, muy lento crecimiento… así que la longevidad podría ser excepcionalmente extrema, pero nunca había sido posible investigarlo”.
La dificultad para determinar la edad exacta de estos escualos, se debe a que no poseen las mismas estructurales corporales que se utilizan para medir la edad de la mayoría de los peces o incluso otros tiburones.
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Los análisis realizados a por lo menos 28 hembras demostraron que el espécimen más longevo tiene aproximadamente 390 años.
Nielsen señaló que la estimación no puede dar un número exacto. Aunque la edad más probable es de 390 años, el tiburón podría ser más joven con tan sólo 272 ó bien, rondar cerca de los 500 años de edad. Sea cual sea su edad, esto lo convierte en el vertebrado más longevo conocido por la ciencia.
El autor del estudio advierte que es primordial la precaución y preservación de esta especie:
“Lo que pasa con los tiburones de Groenlandia es que no sabemos cuántos tiburones están ahí fuera. Pero está claro que si se llega a la madurez sexual después de los 100 años, entonces están potencialmente sensibles a cualquier tipo de alta tasa de captura y cualquier tipo de futuras explotaciones comerciales“.
Nuestras acciones para la conservación y preservación del hábitat de las especies son fundamentales para que en el futuro podamos contar una biodiversidad saludable que favorezca el desarrollo y el equilibrio de todos los que vivimos en el planeta tierra.
Cuando los seres humanos superan los 100 años de vida, nos admiramos y celebramos tan longeva edad. Sabemos que en algún momento nuestro tiempo en la tierra terminará y el legado que hayamos construido será la base para futuras generaciones. Vale preguntarnos ¿qué futuro queremos dejar a nuestros descendientes?