Se debilita la salud del Arrecife Mesoamericano
El Arrecife Mesoamericano se extiende más de mil kilómetros a lo largo de las costas de México, Belice, Guatemala y Honduras, y es el segundo más grande del mundo después de la Gran barrera de coral en Australia.
El aumento de macroalgas carnosas, competidores de los corales por el espacio arrecifal; la falta de erizos Diadema; la pesca indiscriminada; la contaminación del agua y los impactos asociados con el cambio climático son los principales causantes de deterioro del arrecife.
Llamados también “selvas forestales del océano” sirven como una barrera natural que ayuda a prevenir inundaciones y reducen el impacto de huracanes y tormentas tropicales en las zonas costeras.
Los corales, diminutos animales marinos estacionarios que conforman los arrecifes, están muriendo lentamente.
De acuerdo con el informe de avances de la Salud del Arrecife Mesoamericano, en los últimos dos años se consiguió avanzar sólo en cinco de 28 indicadores que evalúa la organización Arrecifes Saludables, que se tradujo en un 1% de los objetivos planteados en el documento base de esta medición que data del 2014.
Marisol Rueda Flores, coordinadora para México de la asociación, comentó que se reconocen los esfuerzos de organizaciones ambientalista y gubernamentales para mitigar el deterioro del arrecife, sin embargo, la falta de aplicación de los marcos regulatorios en torno al tratamiento de agua residuales genera un problema que no se debe permitir continuar.
“No tenemos estadísticas de cuál sería la influencia directa de no cumplir con mejores estándares de calidad de agua sobre el arrecife, pero son muchas las amenazas. Si seguimos a esta velocidad de implementación de mejoras en los indicadores que es más lenta que los niveles de daño, estimamos que en 20 años perderíamos el Arrecife Mesoamericano”, señaló Rueda Flores.
Los expertos aseguran que es ahora cuando deben aumentar los esfuerzos de conservación y reducir los impactos provocados por la presencia indiscriminada del hombre.