Adopta estilos de hábitos saludables para prevenir enfermedades

¿Cuántas veces has tenido remordimiento después de ingerir grandes cantidades de comida? O se te pasaron las copas en la fiesta del fin de semana y te cuesta varios días reponerte para estar al 100 por ciento.

Una respuesta clásica para todas nuestras culpas por no cuidarnos adecuadamente es: ahora sí, el lunes ya empiezo a hacer ejercicio, hago dieta y me cuido.

Seamos honestos, la mayoría de las personas asociamos los lunes con el regreso al trabajo, a la escuela, a los pendientes, al estrés, etcétera. Es decir, puede resultar el peor día para “cambiar”, porque a nuestras actividades de cada semana debemos sumar el hacer ejercicio y cuidar la manera en que nos vamos a alimentar.

Como no empezaste el lunes tu cambio de hábitos, porque el trabajo era mucho o tenías otras cosas que hacer, el viernes de esa semana te vas a comer unos tacos o bien hay una fiesta con los amigos.

Consecuencia: remordimiento por los excesos de un día anterior. Empiezas a subir de peso y te fatigas en cada actividad que realizas. La ropa empieza a quedarte ajustada y tu ingesta de alimentos va aumentando con el tiempo.

Despiertas un día y la imagen que tenías sobre tu cuerpo se ha desvanecido. Digamos que vuelves a prometerte que el lunes vas a cambiar tu estilo de vida, que ahora sí te cuidarás para mejorar tu salud.

Otra vez el lunes tienes cosas que hacer y no tuviste tiempo para ‘cambiar’. Así transcurren los años y llegas a los 50. Poco a poco empiezas a bajar de peso, pero sigues ingiriendo la misma cantidad de comida, todo el tiempo tienes mucha sed y por ende asistes con mayor regularidad al baño. Estás cansado y no sabes ni por qué.

Tus amigos, familiares, esposa o hijos, te recomiendan ir al médico porque te ves un poco descompuesto.

Al terminar la cita médica, sabes que el doctor ya conoce lo que tienes, pero prefiere que te realices unos análisis para darte un diagnóstico certero y un tratamiento adecuado. Regresas con los resultados: Positivo para diabetes mellitus tipo II. Triglicéridos altos. Obesidad…

Tu mente se nubla y sólo piensas: si me hubiera cuidado, si no hubiera comido tal cosa o bebido aquello. Tal vez esto no estaría pasando.

Inmediatamente preguntas al doctor cuánto tiempo te queda de vida. Él sonríe y te pide conservar la calma. Paso a paso te explica las consecuencias de ser diagnosticado con diabetes tipo II y cuáles son las recomendaciones para mejorar tu estilo de vida.

Cuando termina con las indicaciones médicas y alimenticias que debes seguir, estás sorprendido que no tiene nada especial la dieta que tendrás que seguir. Literalmente sólo se trata de ‘comer bien’. De lo contrario recurrirás a inyecciones de insulina y ahí el panorama será otro.

Comunicas a tus seres cercanos que por tu actual condición debes adoptar un estilo de vida saludable para atender y detener los efectos negativos que la diabetes pueda tener sobre tu cuerpo. Al día siguiente comienzas una rutina de ejercicio, te alimentas bien y eres constante.

Tu salud muestra una considerable mejora. Buscas en internet información sobre cómo es vivir con diabetes y datos útiles que complementen las recomendaciones del doctor. Das clic en una página llamada Clikisalud.net.

En ella encuentras información en temas como nutrición, enfermedades crónicas, salud materna e infantil, salud sexual y reproductiva, adicciones, autismo, entre otros. Además los manuales Tu Salud, presentan contenidos valiosos para la línea de vida, organizada por grupos de edad y género.

Fundación Carlos Slim, consciente de lo difícil que puede ser cambiar nuestros hábitos de vida, promueve a través de su portal CLIKISALUD.NET, el autocuidado de la salud y la adopción de estilos de vida saludables.