Soraya Jiménez un oro histórico
Un día como hoy, pero hace 16 años se llevababa a cabo los Juegos Olímpicos de Sídney, Australia. La mirada de todos los mexicanos estaba puesta sobre una sola mujer: Soraya Jiménez. La transmisión televisiva nos mostraba el inicio de la prueba de 58 kg en halterofilia.
En sus primeros intentos veíamos a una mexicana con seguridad y determinación. Sin embargo la norcoreana Ri Song-hui, era la clara favorita en la prueba.
Llegaría el último intento de la mexicana de 23 años, nacida en el Estado de México. Vimos cómo levantaba la barra y la colocaba sobre su pecho. Su expresión es inolvidable, el peso sobre su cuerpo agolpó la sangre en su rostro, las venas parecían estar a punto de estallar por la presión. Una última bocanada de aire y levantó los brazos para conseguir la marca.
Aún con la máxima expresión que implicaba el esfuerzo, exhaló un grito al saberse ganadora. Se convertiría en la primera atleta mexicana en obtener una presea de oro en Juegos Olímpicos.
Ese día no sólo levantó 222.5 kilogramos en total. Colocó sobre sus hombros el orgullo de una nación y abrió el camino para que una nueva generación de mujeres escribieran su nombre en las páginas de las justas olímpicas.
Lamentablemente, hace tres años falleció a la edad de 35 años, en su departamento en la Ciudad de México a causa de un infarto agudo al miocardio. Su legado, su victoria, su dedicación y sobre todo su hazaña vivirán en los corazones de todos los mexicanos para la eternidad.