Hallan gen que determina el color de las mariposas dependiendo su entorno

Las mariposas son pequeños seres delicados y silenciosos, su presencia ilumina de colores la vista de su observadores: brillantes u obscuras, son esenciales para mantener el equilibrio del medio ambiente. Dependiendo de la zona donde te encuentres cambian de tamaño, pero sobre todo de colores.

De acuerdo con un artículo publicado en la revista Nature, científicos de la Universidad de Cambrige y Sheffield, han informado que el gen llamado ‘corteza’ parece desempeñar un papel crítico en la selección de colores y los patrones de las alas de la mariposa.

Este gen que permite a las mariposas tropicales adaptarse a los patrones brillantes de las plantas, es el responsable de que las polillas británicas se volvieran negras por la revolución industrial.

En otro artículo publicado en la misma revista, científicos de la Universidad de Liverpool, en Reino Unido, señalaron que el mismo gen determinó que la polilla moteada se oscureciera durante la revolución industrial. Ante los altos niveles de contaminación y hollín que se registraron en la época, las polillas se vieron obligadas a encontrar nuevas formas de camuflarse con su entorno.

El profesor de Biología Evolutiva y miembro del colegio St. John’s de la Universidad de Cambridge Chris Jiggins señala: “Lo que es interesante es que resulta ser el mismo gen en ambos casos. Las polillas desarrollaron los tonos oscuros porque estaban tratando de ocultarse, pero las mariposas utilizan colores brillantes para hacer publicidad de su toxicidad a los depredadores. Se plantea la cuestión de que, dada la diversidad de mariposas y polillas y los cientos de genes implicados en la fabricación de un ala, ¿por qué éste está siempre?”.

Los resultados han sorprendido a los científicos, ya que se pensaba que el gen corteza únicamente estaba involucrado en la producción de óvulos en los insectos hembra y es muy similar a un gen que controla la división celular en todo, desde los hongos a los seres humanos.

“Es un gen diferente a lo que podríamos haber esperado y todavía tenemos que trabajar más para entender exactamente qué está haciendo y cómo lo está haciendo”, dice Jiggins.