Diversidad cultural: un mundo para todos

Alguna vez se han preguntado ¿qué sería de la humanidad si no existiera una diversidad cultural? Todos hablaríamos el mismo idioma; todos profesaríamos la misma religión o ninguna; cultivaríamos las mismas semillas; el arte sería monótono y aburrido; la música perdería la capacidad de hacer vibrar nuestras emociones; la comida con los días dejaría de ser un manjar y sólo sería comida. En fin, todo sería igual para todos.

La novela del escritor Aldous Huxley,Un Mundo Feliz”, ofrece un panorama de la humanidad similar al descrito anteriormente. Relata a una sociedad desenfadada, saludable y completamente inmersa en una era tecnológica. No hay guerra, no hay pobreza y todos, absolutamente todos, son felices.

Para alcanzar la maravilla utópica de la novela de Huxley, la humanidad elimina a la familia, su diversidad cultura, el arte, la literatura, la religión y la filosofía, entre otras muchas cosas.

Afortunadamente nada de lo anterior sucederá mientras recordemos y celebremos nuestras raíces, nuestros idiomas, nuestras culturas y sobre todo, la diversidad de razas que habitamos en todo el planeta, y que a su vez permite encontrar puntos de encuentro y progreso en bienestar de la humanidad.

La diversidad cultural es para la humanidad tan necesaria como la diversidad biológica para los organismos vivos.

Para la UNESCO la diversidad cultural se manifiesta por la variedad del lenguaje, de las creencias religiosas, de las prácticas del manejo de la tierra, en el arte, en la música, en la estructura social, en la selección de los cultivos, en la dieta y en todo número concebible de otros atributos de la sociedad humana.

En el 2105 se dio a conocer que actualmente se hablan 7 mil lenguas alrededor del mundo. De acuerdo con el documento publicado por Ethnologue: Lenguajes del Mundo, Papúa Nueva Guinea ocupa el primer lugar con 839 lenguas, Indonesia y Nigeria ocupan la segunda y tercera posición respectivamente.

México se ubica en la séptima posición con 289 lenguas vivas.