Animales mexicanos en peligro de extinción

[:es]Actualmente se han estudiado más de 1 millón 729 mil especies, sin embargo, se calcula que en el planeta puedan habitar más de 10 millones. México es el hogar de más 200 mil especies de flora y fauna, representando un 10 ó 12 por ciento de toda biodiversidad. De acuerdo con la Norma 059 de especies en riesgo emitida por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) hay 49 especies extintas, 475 en peligro de extinción, 896 amenazadas y 1185 sujetas a protección especial.

Esta Norma utiliza cuatro categorías de acuerdo a su estado de conservación: Probablemente extinta en el medio silvestre (E), En peligro de extinción (P), Amenazadas (A) y Sujetas a protección especial (Pr). Extinción significa la desaparición de una especie o de un grupo taxonómico superior tal como una familia, un orden. Quedando truncado un proceso evolutivo.

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Se considera que una especie está en riesgo cuando sus poblaciones disminuyen debido a las actividades humanas como la transformación de su hábitat, interacciones con especies invasoras, efectos de la contaminación, al punto que se considera necesario protegerlas.

A continuación presentamos una lista de algunos animales que más corren peligro de desaparecer en México:

Jaguar (P)
Es el felino más grande de América. Las antiguas civilizaciones a lo largo de todo el continente lo consideraban un animal sagrado. La ganadería extensiva, la cacería furtiva, los incendios forestales pero sobre todo el desarrollo urbano, rural y hotelero que transforman las selvas, aceleran su riesgo de extinción. Se estima existen menos de cinco mil especímenes.

Oso Negro (P)
Se considera como el último oso endémico del país. La urbanización de su hábitat lo ha llevado a desplazarse hacia los estados de Durango, Sonora, Chihuahua y Nuevo León. El principal problema que enfrentan es la cacería furtiva, debido a que son considerados ‘trofeos’.

Vaquita Marina (P)
La Vaquita marina está al borde de la extinción. No hay datos exactos de cuántas quedan, el gobierno mexicano estima que son alrededor de 97 o menos y las organizaciones conservación animal calculan que su número está entre los 30 y 50 especímenes.

Lobo Gris Mexicano (E)
A pesar del esfuerzo de las organizaciones protectoras del lobo, se le considera virtualmente extinto en estado salvaje. La destrucción de su entorno, la caza ilegal y la ganadería son la principal amenaza que enfrenta. Se han llevado a cabo programas para liberar lobos mexicanos en estado salvaje, sin embargo, los ganaderos los cazan por los ataques contra sus animales. Ante esta situación el gobierno mexicano y el estadounidense, han implementado seguros y pagos indemnizatorios para evitar la muerte del lobo mexicano.

Tapir (P)
Se le conoce como el jardinero de la selva. Familiar lejano de los caballos, pero más próximo a los rinocerontes, este apacible habitante del sureste mexicano es fundamental para mantener la salud de las selvas mexicanas. La caza ilegal y la destrucción de su medio ambiente han mermado la especie. Se le considera una ‘especie paraguas’, porque al cuidarlo se protegen directa e indirectamente la biodiversidad de la zonas en las que habita.

Quetzal (P)
Su nombre proviene del náhuatl quetzalli, que significa ‘bella pluma brillante’. La cultura azteca lo asociaba con el dios Quetzalcoatl y los mayas con Kukulkán, su plumaje sólo podía ser usado por sacerdotes y gobernantes.
El saqueo, el tráfico ilegal y la destrucción de sus hábitats han puesto a la especie en peligro de extinción.[:]