Acciones para la protección y conservación del Tiburón ballena
- El 30 de agosto, se conmemora el Día Internacional del Tiburón Ballena, que fue establecido en el año 2008 durante la Segunda Conferencia Internacional del Tiburón Ballena, integrada por más de 40 países con el objetivo de promover su conservación.
- El tiburón ballena, que puede llegar a medir entre 10 y 12 metros de longitud y tener un peso de hasta 34 toneladas, es catalogado como el pez más grande del mundo, sin embargo, es completamente apacible e inofensivo para el hombre.
El tiburón ballena es una especie altamente migratoria. Diversos estudios han registrado sus largos viajes por los templados y cálidos mares del planeta, exceptuando el Mediterráneo. En México, cada año llega al Mar Caribe y al Golfo de California para alimentarse durante varios meses. Las zonas de alimentación y los tiempos destinados a esta actividad son de suma importancia para la recuperación y almacenamiento de energía que les permita continuar con su desplazamiento y completar su ciclo biológico.
Su hábitat temporal está cerca de importantes ciudades turísticas como Cancún en Quintana Roo y La Paz en Baja California Sur, donde se dan cita turistas de todo el orbe para admirarlo en todo su esplendor. El nado con los tiburones ballena es una actividad que brinda una importante derrama económica para estas localidades, sin embargo la confluencia entre el rápido aumento del volumen turístico en dichas zonas y la vulnerabilidad de la especie, pueden poner en riesgo la sustentabilidad de esta actividad.
Pese a su colosal tamaño, a nivel mundial, el tiburón ballena está crecientemente amenazado por la contaminación, el cambio climático, la pesca ilegal, la degradación de sus hábitats y las heridas provocadas por embarcaciones.
Se estima que las poblaciones del que podría considerarse el pez más grande del mundo han disminuido más de un 50% en los últimos 75 años. Por ello, desde el año 2016, fue catalogado en peligro de extinción de acuerdo con la Lista Roja de Especies Amenazadas (elaborada por La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza-UICN).
Desde el año 2008, Fundación Carlos Slim (FCS) en alianza con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y un grupo de destacados conservacionistas y científicos, han trabajado en colaboración con las autoridades para contrarrestar las amenazas a las que se enfrentan los tiburones ballenas en los mares mexicanos.
En el Mar Caribe, Pronatura Península de Yucatán A.C. (PPY) en conjunto con el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (CINVESTAV), Unidad Mérida, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), realizaron un estudio del comportamiento del tiburón ballena ante embarcaciones turísticas y nadadores, así como la evaluación del estado de la actividad turística. También han posibilitado la impartición de cursos de capacitación a prestadores de servicios turísticos (PST), además de difundir la información científica generada a fin de que al realizar el nado con el tiburón ballena se sigan los estándares internacionales para evitar alterar el comportamiento de este gran pez y disminuir el daño provocado por las embarcaciones.
En el Golfo de California, la organización Tiburón Ballena México ha implementado un sistema de vigilancia y monitoreo a través de tecnología de geolocalización basada en el uso de teléfonos celulares, que junto con la capacitación a guías de turismo han logrado la reducción en el número de tiburones con lesiones por colisiones de lanchas.
Pese a haberse cumplido con algunos objetivos, todavía queda mucho trabajo por hacer y preguntas por responder en torno al tiburón ballena y su manejo. Las organizaciones civiles mexicanas junto con los científicos continúan haciendo su parte en esta importante labor para proteger y preservar esta increíble, única y colosal especie.
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