En peligro la seguridad alimentaria del mundo
Un nuevo estudio sobre crisis alimentaria, advierte que cerca de 108 millones de personas padecen inseguridad alimentaria severa y la situación empeora.
Con la participación de la Unión Europea y USAID/FEWSNET (red de alerta contra la hambruna de Estados Unidos), instituciones regionales de seguridad alimentaria y organismos de la ONU, entre ellos la FAO, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y UNICEF, se dio a conocer que en 2016, existían 108 millones de personas en el mundo que sufrían de inseguridad alimentaria, lo cual representa un drástico aumento en comparación con los 80 millones en 2015.
José Graziano da Silva, Director General de la FAO, señaló que “podemos evitar que la gente muera a causa de la hambruna, pero si no ampliamos nuestros esfuerzos para salvaguardar, proteger e invertir en los medios de subsistencia rurales, decenas de millones de personas seguirán padeciendo inseguridad alimentaria severa”.
Este problema es el reflejo de los actuales problemas de la población para producir y acceder a los alimentos debido a los conflictos, los precios a niveles récord en los mercados locales de países afectados por eventos meteorológicas extremos, como por sequía y lluvias irregulares causadas por “El Niño”.
La FAO estima que para 2050, la humanidad rozará posiblemente los 10 mil millones de personas. En un escenario de crecimiento económico moderado, este aumento de población impulsará la demanda mundial de productos agrícolas en un 50 por ciento más, sobre los niveles actuales, intensificando la presión sobre algunos recursos naturales que ya escasean.
El estudio tendrá una periodicidad anual, el cual permitirá tomar decisiones de planificación más fundamentadas y que respondan a la crisis alimentaria de manera más oportuna, global y coordinada.
Ertharin Cousin, Directora Ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos, puntualizó: “Las cifras reflejan un panorama sumamente preocupante, con más de 100 millones de personas con grave inseguridad alimentaria, con un nivel de sufrimiento que ha sido provocado por los conflictos y el cambio climático. El hambre agrava las crisis, creando una inestabilidad e inseguridad cada vez mayores. Lo que es hoy un problema de seguridad alimentaria, mañana se convertirá en un problema de seguridad”.
“Es una carrera contra el tiempo: el mundo debe actuar ahora para salvar las vidas y el sustento de millones de personas que se encuentran al borde de la inanición”, finalizó.
Vía: CINU
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