Josefa Ortiz de Domínguez – La Corregidora
El movimiento independentista de México nació en la casa de Josefa Ortiz de Domínguez, mejor conocida como “La Corregidora”, sobrenombre que tenía por estar casada con Miguel Domínguez, Corregidor de Querétaro.
Al quedar huérfana a temprana edad, su hermana se hizo cargo de ella y le ayudaría a ingresar al Colegio de las Vizcaínas en la Ciudad de México.
Antes de contraer nupcias, su transitar académico también la señalan como estudiante del Colegio de San Ignacio de Loyola, su carácter y sensibilidad social le impedían ser indiferente ante las injusticias: derechos de condiciones de vida de criollos e indígenas era uno de los temas que más le preocupaba, por ello se unió a los grupos con ideas separatistas.
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Con tertulias literarias organizadas en su casa, se planeó el movimiento de independencia, donde asistían personajes como Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Abasolo. Su esposo sin ser indiferente al movimiento, se mantenía al margen de estas reuniones.
Fue ella, quien al saber que la conspiración contra el Virreinato Español había sido descubierta, dio aviso a sus líderes. Su marido la encerraría en la habitación y fingió realizar una investigación del caso dando más tiempo para que se levantara el movimiento.
El matrimonio fue encarcelado tras descubrirse su participación: Miguel Domínguez fue enviado al convento de Santa Cruz, tiempo después fue liberado. No así con Josefa, quien fue enviada al convento de Santa Clara, después al de Santa Teresa y permaneció allí hasta 1817 cuando el virrey Juan Ruiz de Apodaca la liberó.
Josefa Ortiz de Domínguez falleció a los 61 años y sus restos fueron trasladados al Panteón de Queretanos Ilustres en el estado de Querétaro.
Gracias al aviso prematuro que dio sobre el descubrimiento del movimiento de independencia, Josefa Ortiz recibió la condecoración de patriota y heroína.