Suma de esfuerzos ante desastres naturales
Los estragos que pueden ocasionar los fenómenos naturales siempre son impredecibles. Dependiendo de su intensidad, los daños y afectaciones aumentan. No es lo mismo un huracán categoría 2 con vientos de 154 km/h, que uno categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, con vientos de 250 km/h.
Las personas que se encuentran alejadas de los litorales, por lo general sólo son afectadas por grandes cantidades de lluvia, vientos moderados y otros incidentes menores. Sin embargo, la gente que vive en las costas sabe que durante temporada de huracanes, puede perder su patrimonio e incluso la vida.
A través de los años, autoridades de los tres órdenes de gobierno han tomado las medidas necesarias para implementar junto a las fuerzas armadas el Plan-DN-III-E, que consiste en tres fases:
Auxilio – acciones destinadas primordialmente a salvaguardar la vida de las personas, sus bienes y la planta productiva y a preservar los servicios públicos y el medio ambiente, ante la presencia de un agente destructivo.
Prevención – reaccionar en forma oportuna y tomar acciones dirigidas a controlar el riesgo, evitar o mitigar el impacto destructivo de los desastres sobre la vida y bienes de la población, la planta productiva, los servicios públicos y el medio ambiente.
Recuperación – orientado a la reconstrucción y mejoramiento del sistema afectado (Población y Entorno), así como, a la reducción del riesgo de ocurrencia y la magnitud de los desastres futuros.
Sin embargo, los retos que presentan fenómenos como los huracanes muchas veces superan cualquier tipo de prevención. Los cuerpos de emergencia estarán enfocados en las zonas más afectadas e implementarán búsquedas de rescate para aminorar las pérdidas humanas.
Una vez terminada la tormenta, la calma no regresa. La crisis comienza para cientos o miles de familias que han visto perdido su hogar. Si el nivel de agua creció, esta puede tardar días en bajar, por lo que impide a las personas regresar o buscar sus pertenencias.
A pesar de los esfuerzos implementados por las autoridades, es necesario que otros actores sociales sumen voluntades con una única finalidad, ayudar.
En respuesta a lo inevitable, la Fundación Carlos Slim, ha implementado un programa de Apoyo en Desastres Naturales, con el fin de apoyar a poblaciones devastadas por desastres naturales en México y en naciones hermanas.
Durante 15 años de operación, se ha sumado una vasta experiencia para dar apoyo en situaciones de emergencia en todo el país. Ha alcanzado un alto grado de eficiencia a través de acciones específicas, de acuerdo a la zona y tipo de contingencia, en apoyo a la población.
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