Meteoritos, el origen de la vida y la muerte

Los meteoritos permiten conocer información sobre el origen de la vida en la Tierra y el Sistema Solar. Éstos son remanentes de nebulosas de donde se formaron los planetas, es decir, especies de fósiles que brindan información sobre los procesos químicos de la Tierra antes de la aparición de la vida.

En México, donde son considerados patrimonio de la nación desde 1889, han caído varios de los más famosos del mundo, como el que extinguió a los dinosaurios.

En el Centro Histórico de la Ciudad de México existen un lugar donde se pueden adquirir fragmentos de rocas espaciales que han sido traídas de ferias de coleccionistas en EUA y Francia. Su costo oscila entre los mil y siete mil pesos, aunque su tamaño no rebasa los 10 centímetros.

En nuestro país se tienen registrados aproximadamente 80, entre los más famosos se encuentran:

Chicxulub – El cráter mide más de 180 km de diámetro. Se estima que el meteorito, que medía más de 10 km, cayó hace 65 millones de años en Yucatán y provocó la extinción de 75 por ciento de las especies.

Chupadreos I y II – De 14 a 6.8 toneladas, respectivamente. Hallados en Huejuquilla, Chihuhua.

Allende – El más antiguo que existe en la Tierra se impactó en Chihuahua y se colectaron más de 400 toneladas. Es más viejo que el sol: de 4.600 millones de años.

Bacubirito – Hallado en 1963 en Sinaloa, es el quinto más grande y el más largo del mundo. Son 20 toneladas de hierro, níquel, cobalto y otros elementos.