Vaquitas marinas, el tiempo se acaba

[:es]¡Nunca más! repetía sin cesar el cuervo, nunca más… aterradoras palabras irrumpían en medio de la noche. ¡Nunca más!

Estas desoladoras palabras son una advertencia para la supervivencia de la Vaquita marina. Nunca más podrán volver nadar libremente por la reserva del Golfo de California, su extinción acusa a una pesca incidental.

Únicas en el mundo, eligieron aguas mexicanas como su hogar: silenciosas y escurridizas. Sólo unos pocos afortunados las han visto nadar en libertad: la gran mayoría las conocemos a través de fotografías: inertes, sin color, sin brillo, sin vida.

La superstición afrodisíaca de los consumidores orientales, alcanzó la avaricia de pescadores furtivos que salen por las noches a la caza de la Totoaba -otra especie en peligro de extinción-, para extirparle un órgano cuya única funcionalidad es mejorar la flotabilidad del animal.

Extirpan y desechan. Sólo buscan su vejiga natatoria que alcanza el exorbitante precio de 500 mil dólares por kilo en los barrios chinos de Estados Unidos y unos 30 mil dólares en China. El resto del pez es basura, no tiene precio y se abandona sin más.

A la Vaquita marina nadie le desea la muerte, nadie les apunta con un arpón o una red para atraparlas, su preservación es deseada y anhelada, pero las acciones para protegerla han ineficientes. Su muerte es incidental.

La literatura que tenemos de la marsopa más pequeña del mundo, nos remonta al año de 1979 cuando ingresaba al apéndice de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres. Han pasado 37 años y su especie sigue ocupando los primeros lugares de la lista.

En el 2014 los 97 especímenes que se lograron contabilizar hicieron sonar las alarmas a nivel mundial.

Las autoridades crearon programas de protección y financiamiento para evitar su muerte y permitir que regresaran a un número saludable de especímenes. Prohibieron hasta el 2017 el uso de redes agalladeras utilizadas para la pesca de camarón e implementaron un fondo de 70 millones de dólares que impulsara diferentes actividades económicas en la zona.

También conocida como “Panda marino,” en el último año se perdió 40 por ciento de su población. Los datos indican que sólo hay 60 Vaquitas marinas, tal vez sean menos. Lo único seguro, es su inminente peligro de extinción.

El tiempo se acaba: 60 segundos suman un minuto, 60 minutos suman una hora, 60 Vaquitas marinas nadan contra el reloj.

 

“Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales”.
Mahatma Gandhi

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