Plaza Carso, reconocida por su programa de reanimación cardiorespiratoria
[:es]Plaza Carso se convirtió en el primer espacio cardio protegido que se certifica y cuenta con personal capacitado en reanimación cardiorespiratoria y aparatos desfibriladores, a fin de atender con prontitud a cualquier persona que llegue a sufrir un paro cardíaco dentro de sus instalaciones, pues “cada minuto que pasa sin atención equivale a 10 por ciento de expectativa de vida”, señaló el secretario de Salud, Armando Ahued Ortega.
Al recibir dicho reconocimiento, el empresario Carlos Slim informó que este programa se extenderá a cines, plazas comerciales como Pabellón Polanco, Satélite y Universidad; así como el Centro de Transferencia Modal de El Rosario, pues es necesario sumar estas iniciativas de prevención con las de reacción, para salvar vidas.
“De acuerdo con la información proporcionada por las autoridades de Salud, una ambulancia tarda un promedio de 20 minutos en llegar al lugar del evento, por lo cual se requiere personal capacitado para atender alguna emergencia mientras tanto, hoy se cuenta con un total de 25 personas con esta capacitación”, comentó Slim.
En el Museo Soumaya el secretario de Salud explicó la necesidad de que el uso de esos aparatos se generalice, “no es una obligación de ley, sino una obligación moral, porque puede ser la posibilidad de salvar una vida. De ahí la importancia de que las personas se involucren más en las maniobras de primeros auxilios”.
Cada aparato tiene un costo de 2 mil 100 dólares, que “no es mucho si tomamos en cuenta el beneficio que representa, por lo que, con uno o dos que se tengan, se puede trabajar en plazas, estaciones de metro, paraderos, auditorios y teatros”, consideró Ahued Ortega.
El aparato da las instrucciones a las personas que lo operan y se complementa con reanimación cardiorespiratoria, pues cuatro minutos sin atención y sin que la persona reciba oxígeno pueden generar daños graves e irreversibles. Mencionó que de pasar ocho minutos, la persona fallece y quien siga vivo queda con un daño neurológico, por lo que “estamos arrancando el inicio de un gran movimiento para sensibilizar a la gente y se cuenten con espacios públicos cardio-protegidos, convirtiéndose en una situación cotidiana como en países como Inglaterra o Francia”.
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