Atravesando la puerta del Museo Soumaya – parte I
Son las 10 de la mañana. Te encuentras frente a una estructura metálica de 47 metros que se levanta frente a ti. Sólo cuenta con una abertura visible: la puerta de entrada.
Has llegado al Museo Soumaya.
Su diseño te cautiva, tomas una foto y la subes a Instagram. Sin saberlo, has sumando otra imagen al museo más “instagrameado” de México.
El motivo de tu visita lo tienes muy presente: conocer las exposiciones que están a través de los seis niveles del museo, pero La Puerta del Inferno, de Auguste Rodin, es tu protagonista en esta ocasión. Ingresas al museo y después de una breve revisión de seguridad estás en el vestíbulo, donde eres recibido por las obras de grandes artistas del siglo XIX y XX.
Observas en primer plano el último mural de Diego Rivera, Rio Juchitán; El día y la Noche, y Naturaleza muerta de Rufino Tamayo. Al fondo a la derecha se encuentra El Pensador y a su izquierda con sus seis majestuosos metros de alto, cuatro de ancho y uno de espesor, La Puerta del Infierno de Rodin. Sobre las escaleras que conducen al primer nivel, descansa impasible la Piedad, de Miguel Ángel Buonarroti.
Al igual que todos los visitantes del museo, caminas directo hacia la puerta. Te detienes unos cuatro metros antes de llegar y descubres lo imponente de la escultura.
Las 6.7 toneladas de bronce fundido que se erigen te muestran las más de 200 imágenes en altorrelieve inspiradas en los nueve círculos del infierno de la Divina Comedia, de Dante Alighieri y la poesía de Charles Baudelaire con Las Flores del Mal.
Miras a tú alrededor y la gente parece estar estática, mientras contempla el vertiginoso movimiento de cada uno de los elementos de la obra.
Reconoces en lo alto a “Las tres sombras”, debajo, sobre el dintel, “El Pensador”; figura que cobraría una vida independiente y su “fama” fuera incluso mayor a la misma Puerta.
Quieres conocer más sobre la vida y obra de Auguste Rodin. En el sexto piso se encuentra la exposición temporal: La puerta del Infierno. Te indican que la dinámica del museo es subir por el elevador y descender cada nivel por el mismo o por una rampa que desciende por los seis niveles.
Te diriges a al elevador y presionas el botón para continuar con el recorrido…
“Viví un año entero con Dante, viviendo sólo de él y con él, y dibujando los nueve círculos de su Infierno” Auguste Rodin