La Reserva de la Biósfera Isla Guadalupe recibe al tiburón blanco
Llegan a las aguas templadas de la Reserva de la Biósfera Isla Guadalupe, en Baja California, el tiburón blanco. De acuerdo con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), la reserva se caracteriza por ser la única zona de México que alberga tiburones blancos.
Isla Guadalupe es reconocida mundialmente por ser uno de los cinco lugares en el planeta, para el avistamiento de esta especie. En el último censo realizado en 2015, se registraron 305 escualos.
La Conanp explicó: “El papel ecológico del tiburón blanco es de gran importancia, ya que es indicador de la salud de los hábitats marinos, al ser un depredador tope cuya ausencia podría afectar la estructura y funcionamiento de los ecosistemas en los que se encuentra, debido a que se encarga de regular las poblaciones de los animales de los cuales se alimenta”.
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Los tiburones blancos se pueden localizar en las aguas cálidas y templadas de casi todos los océanos. Sin embargo, su bajo nivel reproductivo, su tardía madurez sexual y su lenta tasa de crecimiento, requieren de programas especiales para su protección.
Cada temporada de verano, entre finales de julio y principios de agosto, se otorgan permisos turísticos para los prestadores de servicios: “México y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas tienen el compromiso de proteger a estos tiburones, por lo que al inicio de cada temporada se imparten talleres de capacitación a prestadores de servicios turísticos y se les entrega un Manual de Buenas Prácticas”, señaló el organismo.
Para garantizar la conservación de la especie, sólo se otorgaron ocho permisos para la observación del tiburón blanco, mediante el buceo en jaula, con la finalidad de obtener un desarrollo sustentable y beneficio a la comunidad.
Fundación Carlos Slim
En alianza con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) México, desde 2008, emprendieron un programa de conservación de especies en peligro de extinción o amenazadas y sus hábitats en el Mar de Cortés y la Península de Baja California: las grandes ballenas, delfines, tiburones y tortugas marinas.
Ahí se desarrolla un programa de conservación al lado de los científicos mexicanos más reconocidos: juntos han promovido prácticas de pesca que no afecten a estas especies y que beneficien a los pescadores locales y sus familias, quienes dependen de estos recursos y juegan un papel clave en el aprovechamiento sustentable de la biodiversidad marina.