¿Qué tenían en común, Francisco I. Madero, Abraham Lincoln y Sir Arthur Conan Doyle?

Todos ellos practicaban el espiritismo, que básicamente consiste en entablar una comunicación entre los vivos y los muertos. Francisco I. Madero, quien fuera presidente de México, tuvo su primer acercamiento con el espiritismo durante sus estudios en París en 1892.

En el año de 1900, fundaría el Círculo de Estudios Psicológicos de San Pedro Coahuila, del cual sería presidente. Fiel creyente y seguidor, durante sus sesiones decía que platicaba con su hermano pequeño Raúl, quien años atrás había fallecido.

Con el tiempo, la voz de Raúl sería sustituida por el nombre de un tal José, a quien Madero tal vez lo relacionó con José María Morelos y Pavón, prócer de la Independencia en México. De acuerdo con especialistas en el tema, habría sido José quien a través de las largas sesiones espiritistas le indicara el camino de la Revolución.

En una de las transcripciones que se tiene de aquellos eventos se lee: “Hoy sales para la gran capital de la República. Vas con el objeto de defender la buena causa en el Congreso. No estarás sólo en tan noble tarea; nosotros estaremos contigo. Ten fe”.

Su gusto por lo metafísico lo llevó a financiar y a colaborar en distintas publicaciones como, “La Cruz Astral”, “El Siglo Espírita”, “Alma y Helios” y mandó ensayos al primer y segundo Congreso Espírita de 1906 y 1908.

Madero mencionaba que en su camino evolutivo, el espíritu debería de pasar por los reinos vegetal y animal, hasta alcanzar el cuerpo humano, y ahí iniciar el ciclo de las reencarnaciones.

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En el año de 1911, bajo el pseudónimo de Bhima, Madero publicaría el libro “Manual Espírita”, texto con el cual pretendía transmitir a la población su doctrina.

Por esta ferviente comunión, aunque poco conocido en la actualidad, durante su breve periodo presidencial fue víctima de ataques por parte de la prensa, quienes lo calificaban como un “loco que se comunicaba con los muertos”.

Cabe señalar que a finales del siglo XIX y principios del XX, la corriente espiritista era una tendencia que se expandía en el mundo y nadie puede asegurar que haya sido el motivador principal de Madero para derrocar la dictadura de Porfirio Díaz.

Actualmente el Centro de Estudios de Historia de México Carso Fundación Carlos Slim, resguarda el acervo bibliográfico que Francisco I. Madero compiló sobre diversos autores espiritistas a lo largo de su vida.