Fútbol: el juego que trasciende fronteras

En el mundo existen alrededor de 194 países, cada uno con sus propias costumbres, comida, religión, formas de gobierno y distinciones culturales, sin embargo en todos se comparte el gusto fútbol.

Se le conoce como el deporte más popular del mundo; no conoce de límites, trasciende las fronteras y es incluyente para todos los que quieran practicarlo. De acuerdo a la última encuesta realizada por la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) en el año 2007, se estimaba que sólo a nivel profesional había 270 millones de jugadores.

El censo realizado por el organismo sólo recogía información de clubes y ligas inscritas en alguna federación. Sin embargo, a nivel mundial no se tiene un aproximado de cuántos jugadores sin importar su nivel futbolístico juegan al balompié.

Es imposible determinar el número de personas en el mundo que sienten pasión al sentir un balón en sus pies. No hace falta estar inscrito en una liga, simplemente cuando dan ganas de jugar, cualquier lugar es bueno para echar la cascarita o la reta; la escuela, la calle, el parque, en el patio de tu casa, literalmente se puede jugar al fútbol en cualquier lugar y a cualquier hora.

No sólo es un deporte mundial,  también es una forma de crear colectividad, compañerismo, inclusión y de superación para muchas personas. Como ejemplo de éxito hoy en día podemos ver jugar a Cristiano Ronaldo, que nació en Quinta do Falcao, uno de los barrios más pobres de Funchal, en la isla portuguesa de Madeira y gracias a su destreza con el balón se ha convertido en el jugador mejor pagado del mundo.

Para muchos niños este tipo de personajes son un modelo aspiracional, que representa una oportunidad para mejorar su calidad de vida y la de sus familias.

Como parte de su compromiso con la sociedad, la Fundación Carlos Slim, a través de los programas Copa Telmex y De la Calle a la Cancha con Telmex, busca brindar oportunidades de desarrollo a jóvenes que viven en contextos de vulnerabilidad social, impulsando su crecimiento mediante la práctica de actividades deportivas que contribuyan a su reinserción a un tejido social productivo, libre de adicciones, pandillerismo y pobreza extrema.